Tiara Anquises. Olivia Palermo
No puedo olvidarme entre los consejos para el vestuario de la Novia la elección del calzado que junto con el peinado y complemento del mismo es lo más importante.
Uno de los detalles que parece que no va a dar mucho la lata a la hora de elegir los complementos de novia y al final se puede convertir en una auténtica pesadilla. Los zapatos de novia, tienen que ser perfectos y no sólo porque la ocasión lo requiere, sino porque en un día así, no se les puede permitir ni el más mínimo fallo.
Quien diga que la elección del zapato de novia es algo secundario porque no se ven bajo el largo y pomposo vestido —se equivoca—; decantarse por un tipo u otro de calzado para ese día tan importante, es una decisión tan trascendental y consecuente como la elección del propio vestido.
El zapato de novia está revestido de las mismas características que pueden tener cualquier otra parte del atuendo nupcial entre ellos la tiara, por ello, saber dar en el clavo con el modelo y una buena horma constituye un buen porcentaje del éxito.
El handicap que todo zapato de novia lleva tras los talones es que deben ser sofisticados y románticos a la par que cómodos, que el día de tu boda te pases la velada de silla en silla como en el famoso juego de la infancia, es algo imperdonable. Hay veces que hay que renunciar a la sofisticación en pro de la comodidad pues son preferibles novias alegres a blancos y radiantes ceños fruncidos por la rozadura del empeine… En cualquier caso, un buen par en armonía con el vestido, actuales y bonitos, son preferibles a unas amplias y confortables zapatillas por muy práctica que una sea…
Tienen que ser bonitos y por supuesto querremos que estén mínimamente a la moda, además en esa ocasión hay que tener en cuenta cuestiones como la altura del novio e intentar adecuarse más que otras veces, para que la desproporción en la altura, en caso de que la halla, no sea tan evidente, pero sobre todo, tienen que ser cómodos, muy cómodos, no importa que seas una sufridora nata y que estés acostumbrada a llevar el pie estrujado, que hayas aprendido a disimular el dolor intenso que puede llegar a producir una rozadura de zapato.
Ese día, será peor que nunca y puede llegar a arruinarte la fiesta, y eso se notará en tu cara, en la forma de caminar, en los pasos forzados del Vals y en que no querrás ni moverte de la silla para saludar, reírte o bromear con tus amigos y familiares.
No lo olvides: Tómate tu tiempo en la elección de los zapatos de novia así como la elección de tu tiara o complemento que lucirás en el pelo, la imagen del zapato cuando la novia se recoge el vestido para subir las escaleras de la Iglesia, será el punto de mira de muchos ojos atentos a todos los detalles.
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